viernes

22 de julio de 2010
Hoy he tenido una experiencia un tanto estresante: me he perdido a la salida del Hospital. (Carol, Mer, Santi, Glo y Reich, espero que no os estéis riendo en estos momentos..). Todas las mañanas me acompaña una chica, Tebogo, al centro. Vamos de mi casa al hospital y dentro del Hospital hasta el centro. Por las tardes salgo del centro y voy al gimnasio que está en el mismo hospital, después el monitor, Tebogo (ya os advertí sobre los nombres hermafroditas) me lleva en coche a casa. Hoy sin embargo, Tebogo no ha venido, hemos hecho mil abdominales varias con otra monitora. Cuando hemos terminado todavía era de día, así que me he dicho, no será tan difícil ir sola y puesto que la semana que viene tengo que empezar a ir sola…SAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA. Resulta que he salido por otra puerta del hospital y me he desubicado totalmente. Resultado: me he metido en un barrio muy muy chungo y mi mente se ha bloqueado. He empezado a soltar improperios en español ya que sabía que a las 17.30 empieza a oscurecer y es cuando la cosa se vuelve chunga. Total, ni siquiera me acordaba del nombre de la calle principal, la cual me llevaba hasta mi casa y no quería abrir la mochila donde tengo todo apuntado, delante de un montón de tíos mirando, no fuera a tener más problemas. Asustada, he ido a preguntarle a la única mujer que había a mi alrededor. Me ha debido de ver acojonada porque la pobre me ha llevado a casa andando, 35 minutos. Me ha explicado lo peligroso que es ser chica y blanca en el barrio a partir de ciertas horas, que no debía confiar en nadie etc etcc..Aunque ya lo sabía, el vivirlo en primera persona me ha paralizado, y eso que no me ha pasado nada. Total, que la buena samaritana ha venido conmigo a casa y ¿adivinad qué? Por supuesto, y aunque no la conocían de nada, se ha quedado a comer. En cuanto he llegado sana y salva a casa de repente, me he puesto a llorar cual niña pequeña (en el baño, aunque creo que han notado que estaba un poco mal), eso sí, no se me va a olvidar el camino a casa ni el nombre de la calle, en la vida!! Dios mío, que estrés en un momento. La mujer resulta que se llama Strength, me ha dado su número de teléfono y me ha dicho que le llame si tengo algún problema. Me ha dicho que me pase por su casa (estaba a la salida de su casa cuando me la he encontrado) cuando quiera. Quiera presentarme a su hija. Eso, en la cultura africana, significa que, después de lo maja que ha sido conmigo, tengo que pasar a hacerle alguna visita en breves.
Quitando este pequeño contratiempo, esta mañana con los niños ha estado muy bien. A primera hora hemos ido a visitar a Simutsisho (el peque que está internado) para llevarle algunos juguetes. Prefiero no comentar el estado del pabellón en el que está. Desolador. Aunque parecía que estaba mejor que ayer, había comido porridge y todo. Después hemos estado con los peques y con Samu, uno de los niños discapacitados que hay en el centro. Al pobre le han echado del cole porque es hiperactivo (a veces se pone muy violento) y las pastillas que le da el médico para relajarle no duran las suficientes horas. Flipante, le han echado del cole hasta que el médico le recete nuevas pastillas. Tal cual. Conclusión: no irá al cole en mucho tiempo. He estado jugando con él a fútbol para agotarlo un poco, sin embargo, ilusa de mí, cuando era yo la que no podía más…él no había ni empezado!!
Al llegar a casa, después de tanto fútbol, gimnasio y angustias para volver a casa, estaba muerta. Sin embargo, la cena es imperdonable aquí. Me han cebado a base de una sopa que de aspecto, echa para atrás a cualquiera, pero que me ha sabido a gloria. Es curioso cómo te haces a todo, no dejo de tomar cosas súper buenas que jamás probaría en situaciones normales.
Son sólo las 20.30 pero me voy a ir a dormir que estoy agotada. Además, mañana tengo que hacer de traductora de unos pobres chavales de intercambio (2 franceses y 1 italiana que han venido para 2 meses) que no se enteran de nada con en inglés. Me han nombrado traductora oficial. Pobres, sólo tienen 16 años y la verdad es que todo esto es, de buenas a primeras, muy difícil de digerir. Esta semana he ido a visitarlos a sus casas de acogida para ver que tal. Estaban acojonados por el cole, pero creo que, como yo, poco a poco se van haciendo a todo. Mañana vienen a pasar la tarde a mi casa, así que un poco de conversación a la europea no me viene nada mal.

1 comentario:

  1. Jo Ro! Qué guay! Me he suscrito a tu blog, y cada vez que enciendo el ordenador (había puesto abro el ordenador....Dios, estoy muy catalanizada!) se me pone en negrita tu blog y eso es que has escrito! Y mola!!!!

    Bueno, a lo que iba, qué miedo Ro has tenido que pasar...y más con lo que eres tú de "seño taxista, ¿puede esperar a que entre en el portal?"....Cuando he leido que te habías perdido, sí, me he descojonado!! He pensado: "ya habían pasado demasiados días...jeje", aunque luego no me ha hecho nada de gracia...

    Tiene que ser precioso conocer la cultura africana desde dentro y tan a fondo...me das mucha envidia Ro.

    Disfruta y ten cuidado,
    Te quiero!!!!!

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